Importancia de los EPIS en tu empresa
Los Equipos de Protección Individual (EPIS) son medios o dispositivos que se utilizan con el fin de proteger a los trabajadores y garantizar su seguridad en aquellas empresas cuyas actividades puedan suponer riesgos para la salud.
Tal y como establecen la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el Reglamento de los Servicios de Prevención, las empresas deben proporcionar estos equipos de forma gratuita a los trabajadores, garantizando su correcta utilización.
Prevención de lesiones y enfermedades
Los empresarios deben informar a sus trabajadores de los riesgos que suponen las actividades que están llevando a cabo, además de darles a conocer las características y formas de uso de cada EPI. También se deben impartir cursos de formación cuando haya alguna actualización al respecto.
Es imprescindible promover una cultura de prevención desde un inicio, para no tener que lamentar lesiones o enfermedades derivadas del trabajo y poder conseguir la seguridad y comodidad de los trabajadores.
Variedad de equipos en función de la actividad
Cada actividad laboral requiere un EPI diferente, en función del tipo de riesgo que conlleve. Los EPIS más comunes son cascos, guantes, gafas, botas o zapatos de seguridad, mascarillas y, en general, ropa de protección.
¿Cuándo se deben utilizar?
Se debe hacer un uso correcto de ellos en los siguientes casos:
– Trabajos de altura: Limpieza de fachadas, construcción o mantenimiento.
– Trabajos con maquinaria: Utilización de herramientas peligrosas, como sierras o prensas.
– Industria química: Uso de productos inflamables, corrosivos o tóxicos.
– Sector de la alimentación: Manipulación de carnes, pescados o productos lácteos, entre otros.
– Agricultura y ganadería: Manipulación de animales, aplicación de pesticidas.
Costos económicos y sociales por no llevarlos
Los Equipos de Protección Individual (EPIS) son estrictamente necesarios y obligatorios si así lo indica la empresa. Además, su uso es imprescindible para evitar posibles accidentes. Por ello, se ha de tener en cuenta que, si no se siguen las normas, se pueden dar una serie de consecuencias negativas. Por ejemplo, en casos de accidentes o bajas laborales, la empresa puede bajar la productividad, además de perder reputación, crear una mala imagen entre clientes y proveedores y tener que asumir grandes gastos, como indemnizaciones, multas o sanciones.
Por otro lado, si un trabajador sufre un accidente por no hacer un buen uso del EPI, además del dolor y el sufrimiento que eso le provoque, probablemente tendrá que asumir gastos económicos médicos; por ejemplo, terapias de rehabilitación.
Así que, recuerda: ¡Proteger la salud e integridad física de todos también está en tu mano!