¿Para qué se va a usar?

Es la primera pregunta que se debe poner encima de la mesa, cuál es el fin de la vestimenta, ya que no se utilizan las mismas prendas para proteger frente a un peligro físico que frente a uno químico o biológico. También hay que considerar si el trabajo se realiza en exterior o interior.
La variedad es amplia: desde monos o uniformes completos hasta chaquetas, pantalones, chalecos, guantes o botas de seguridad a las que se podrán sumar complementos como gafas, gorros, cascos o tapones para los oídos, arneses, etc.

Características de cada prenda
Cada tipo de ropa también cuenta con una serie de características que la diferencian. Si, por ejemplo, se van a realizar trabajos de reparación o mantenimiento de carreteras o se va a cortar una vía por la noche, será imprescindible que el uniforme que se utilice tenga elementos fluorescentes, reflectantes y de alta visibilidad para que los conductores puedan identificar a los trabajadores con facilidad y no pongan en riesgo su integridad física.

Sin embargo, si el trabajo está relacionado con una planta química, el uniforme será antibacterial, pero no requerirá colores llamativos e identificativos. Y, en el caso de estar más ligado al mundo de la construcción, será necesario equipos de protección que eviten rozaduras y desgarros.

Se deben considerar, además, las condiciones meteorológicas si los trabajos se desarrollan en exteriores para poder contar, así, con materiales impermeables, resistentes a la humedad o a condiciones adversas como el fuego e incluso que tengan cualidades termorreguladoras para el cuerpo.

En cualquier caso, se trata de buscar siempre aquellas vestimentas que sean resistentes, duraderas y cómodas para el trabajador, que le permitan moverse con facilidad y llevar a cabo su actividad de una forma eficaz.
No olvidar el calzado
El calzado es otro elemento fundamental a la hora de preparar una vestimenta segura y fiable. Lo recomendable es decantarse siempre por calzado cerrado y bien sujeto al tobillo que cuente, además, con suela antideslizante y evitar las sandalias.

¿Quién la va a usar?
Hay que tener en cuenta, además, si va a ser ropa que use todo un equipo por igual o si algunas personas tendrán que llevar algún tipo de vestimenta o protección adicional o diferente. Y, sobre todo, es imprescindible que la talla se ajuste al cuerpo a la perfección, que no quede excesivamente grande ni pequeña.

En conclusión, garantizar siempre la calidad de las prendas y el bienestar de los trabajadores debe ser la prioridad de las empresas.